¿Eres de los que no puede empezar el día sin un buen café? Entonces la Aeropress se va a convertir en tu mejor amiga. Este ingenioso aparatito ha revolucionado la forma en que preparamos café, y no es para menos. 

Un poco de historia

La Aeropress nació en 2005, inventada por Alan Adler, un ingeniero estadounidense que decidió llevar su amor por el café a otro nivel. Quería crear un método que fuera sencillo, rápido y que permitiera obtener un café con un sabor excepcional. ¡Y vaya si lo consiguió! Desde entonces, esta maravilla ha ganado adeptos en todo el mundo y hasta tiene su propia competición anual, el Campeonato Mundial de Aeropress.

El arte de un buen café, estés donde estés

En verano, la Aeropress se convierte en tu aliada perfecta para disfrutar de un café fresquito en cualquier lugar. Imagina una mañana de senderismo por la montaña, una escapada a la playa, una tarde relajada junto al río o un picnic en la piscina natural. Con la Aeropress, puedes preparar un café delicioso en cuestión de minutos, estés donde estés. Solo necesitas un poco de café molido, agua caliente y listo. Si eres de los que prefiere el café frío, también puedes hacer un cold brew con Aeropress. Solo tienes que añadir agua fría y dejar reposar un poco más de tiempo.

¿Cómo funciona?

La Aeropress es un método de inmersión. Su funcionamiento es súper sencillo: añades café molido y agua caliente, remueves un poco, y luego presionas el émbolo para filtrar el café. El resultado es una taza de café suave, sin amargor y con un sabor increíble. Aquí te dejamos un paso a paso detallado para que te conviertas en un experto:

  1. Prepara tu Aeropress: Coloca el filtro de papel en la tapa de la Aeropress y enjuágalo con agua caliente para eliminar cualquier sabor a papel y calentar el dispositivo.
  2. Añade el Café: Coloca la Aeropress en tu taza (o usa el método invertido si te sientes aventurero) y añade entre 15-17 gramos de café molido medio-fino.
  3. Agrega el agua: Llena la Aeropress con agua caliente (unos 85-90 grados, no tiene que estar hirviendo) hasta el número 4. Esto son unos 240 ml de agua.
  4. Remueve: Usa la paleta que viene con la Aeropress (o una cuchara) para remover el café y asegurarte de que toda la molienda esté bien mojada.
  5. Espera: Deja que el café repose unos 30 segundos para que libere todos sus aromas y sabores.
  6. Presiona: Coloca el émbolo y presiona suavemente durante unos 20-30 segundos. Deberías sentir una ligera resistencia. Si te cuesta mucho, prueba a moler el café un poco más grueso la próxima vez.
  7. Disfruta: ¡Y listo! Ya tienes una taza de café perfecta para disfrutar.

Una opción muy práctica

Una de las grandes ventajas de la Aeropress es su versatilidad. Puedes experimentar con diferentes tiempos de inmersión y ratios de café-agua hasta encontrar tu receta perfecta. Y lo mejor de todo: es portátil, ligera y muy fácil de limpiar. Esto sin duda la convierte en la compañía ideal para los que quieren disfrutar de un buen café sin complicarse la vida.

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